31 julio 2015

El Cocinero Cósmico - Kryon

Canalización de Kryon por Lee Carrroll
en Chicago, Illinois, el 26 de julio de 2015

El Cocinero Cósmico
Saludos, queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Este ha sido un día de aprendizaje. La presentación que hoy dieron mi socio y su compañera de enseñanza, fue más que información.  En este taller se está tratando de transmitir un concepto general, a veces con éxito y a veces no.  Es este: que en ustedes hay una consciencia del Espíritu, una benevolencia abrumadora, que quiere tomarlos de la mano y conducirlos por la vida. Realmente no hay ningún muro entre nosotros. Les hablo ahora desde el otro lado del velo, desde lo que llamarían la Fuente Creadora, en un estrato de consciencia que le habla a la humanidad.  Hay muchos de nosotros que hacemos esto. Este es el propósito de ese estrato de consciencia: ayudar a los humanos a descubrir a los humanos y lo divino en los humanos.
No importa qué estuvieron tratando de entender hoy; realmente no importa. La complejidad, lo que realmente importa, que está en la base de todo, en el principio de todo, es el hecho de que estamos aquí, sabemos quiénes son, sabemos qué están haciendo, y hay una energía benévola que quiere atraerlos hacia nosotros.
Querido ser humano, ni siquiera estás en nuestra dimensionalidad; no puedes vernos como te vemos nosotros;  hay una prueba próxima y tú lo sabes; es una prueba de energía. ¿Cuán lejos irás? ¿Cuánto extenderás tu mano para encontrarte con lo que te es inherente?  Eres una pieza de la Creación benévola de la Tierra, eso es quién eres.  Disfrazado de ser humano en forma corpórea, no estás enterado de tus semillas ni de cómo llegaste aquí. ¡Eso es quién eres! Y en esa forma lineal haces todas las preguntas, ya lo dijimos antes: "¿Cómo? ¿Cuántas veces? ¿Con qué frecuencia? ¿Qué duración? ¿Con cuánta fuerza?" (se ríe).   Serían todas preguntas maravillosas, si nosotros fuéramos lineales - pero no lo somos. ¿Conoces el poder de la compasión y la intención en ti?  ¿Estás consciente de que Dios conoce tu mente?  Si pones tu intención pura al decir: "Esto es lo que quiero, querido Espíritu, quiero esto, no sé cómo." ¿Sabes qué crea eso?  Intuición en ti sobre el cómo.  En otras palabras, si estás confundido sobre qué hacer y cómo hacerlo, y cuál sería el momento de hacerlo, y estás expresando eso a un Dios que te ama y está a tu lado para ayudarte, ¡no estás golpeando una pared indiferente!  ¿Te parece que sí?  ¡Estamos listos para demostrártelo!  Especialmente en esta energía, estamos preparados para mostrarte cómo.
Pero otra vez decimos: si estás preguntando en forma lineal intelectual, y nosotros contestamos en forma conceptual intuitiva, no lo estás captando. ¡Porque tu antena es lineal!  Estás esperando la lista, esperas esa respuesta lineal y práctica a una pregunta práctica, y en cambio te estamos diciendo cosas conceptuales:  Espera. No es el momento.  Más tarde. Tal vez. Tal vez no.
Estamos tratando de darte los conceptos que te conducirán a cosas que están incluso más allá de las que pides, en tanto tu antena está levantada esperando un número de cuántas veces hacer algo. Te estamos dando conceptos de amor, y estás esperando un tiempo de duración.  Queremos que se relajen, todos ustedes, en los brazos de Dios, ahora mismo.
¿Qué significa para ti cuando decimos que sabemos quién eres?  Tu alma es tan mal comprendida. Las creencias religiosas espirituales de este planeta están en una energía de supervivencia muy vieja. Coloca al alma en un estado total y completo de no-Dios.  Tu alma está de algún modo suspendida en un lugar donde va a sobrevivir o no, viene una sola vez y será castigada o recompensada. ¿Qué tal suena eso? ¿Suena al Creador o suena como algo que los hombres crearon para ti?  Quiero que te libres de la conexión de tu alma con algo separado de Dios.  ¡Tu alma es parte de mí! y de ti. Estamos aliados, somos lo mismo. Hay una nueva energía en el planeta, que está literalmente gritándote por un transmisor que aún no has sintonizado; algunos de ustedes están conscientes de ello.
Entonces, hasta que empieces a recibir esta clase de mensajes, quiero que te relajes y sientas el amor en ello; eso lo puedes hacer.
Tanto malentendido.  Y todo se puede corregir cuando te relajas y ves que estamos contigo en todas las cosas.  No tienes que gritar, no tienes que repetir, (se ríe) no necesitas apagar ningún volumen de lo que hagas, ya sean frecuencias o cantidades.  ¡Estamos aquí!  Estamos cerca de ti todo el tiempo. Cuando meditas, estuvimos contigo todo el día. Comprendes eso, ¿verdad? Y cuando meditas es como dar vuelta la perilla y acercarte un poco más.  Ya estamos cerca.  Conocemos tu nombre.
Quiero que abordes suavemente las cosas. "Querido Espíritu, no entiendo qué está pasando, no entiendo qué tengo que hacer ahora, estoy un poco confundido. ¿Qué tendría que hacer?"  ¿Y qué esperas que te digamos?  Camina cuatro pasos, gira a la izquierda, respira cinco veces, sonríe.  (se ríe) Te gustaría eso, ¿verdad?  Pues no va a ser así.
Y luego está la cuestión de la programación.  ¿Por qué no entiendes la sincronicidad?  ¿Qué está faltando para ti en este cuadro?  Entonces voy a presentar una metáfora nueva: vamos a cocinar una comida.  Esto pone muy nervioso a mi socio.  Relájate.  En este planeta, cocinar una buena comida es un arte. Ustedes disfrutan de la comida.  Y los mejores cocineros son los que empiezan temprano y preparan, preparan, y preparan.
En una cocina verdadera hay varios cocineros, pero en esta metáfora hay uno solo.  Tal vez hayas cocinado para una familia, y lo hacías tú solo.  Tal vez querías preparar algunas comidas exóticas, expresadas en forma distinta en otro tipo de recetas. Tal vez eres de los que crean sus propias recetas, y sabes lo que eso implica.  Empiezas a separar los ingredientes y hasta los pones  en recipientes, para tenerlos listos para combinarse en lo que será cocinado en el momento justo.  No mezclas todo junto. Puede que tengas un tazón de lechuga, un tazón de arroz, puede que haya algunas verduras por aquí, y están las salsas y condimentos por allá.
Algunos irán en la cocción, otros se colocarán en la comida cuando se cocine más tarde, a cierta temperatura, y luego cuando esté cocida habrá otros que se agregarán.  Habrá aderezos antes, durante y después; los pondrás en diversos recipientes y tazones y vas preparando.  Puede que empieces a preparar la noche  anterior, porque tal vez ciertas cosas tengan que ser remojadas, o marinadas de cierto modo.  ¡Tal vez incluso precocidas!  para que lleguen a la composición final de la comida, cuando todo esté junto en su belleza y elegancia, con su aroma, encantador, listo para consumir, con hermoso sabor.  Combinado con ciertos tipos de salsas y ciertas bebidas que serán un complemento de la comida. ¡Es una fiesta! Y sabes qué estás haciendo. ¡Felicitaciones para el cocinero!  Realmente sabes lo que estás haciendo.
Ahora voy a alterar la metáfora. Atentos.  Cada ingrediente en cada tazón tiene consciencia. Y ningún ingrediente de ningún tazón tiene idea de lo que estás haciendo. Ninguno.  Ni siquiera saben cuál será la comida final; solo son ingredientes. Pero como tienen consciencia, también pueden tener una actitud. No necesariamente una actitud negativa, pero seguramente curiosa. Tú eres el cocinero, eres el creador, y has puesto algo en el tazón. Por ejemplo la lechuga.  Puede que sea lo primero; tiene que ser enfriada. Puede que la comida sea preparada  para dentro de 24 horas; la lechuga debe enfriarse; ¡allí va al refrigerador!  Se queja: "¿Por qué estoy en el refrigerador? Mira, estuve mirando y allí están pasando otras cosas. ¿Qué está pasando? ¿Y por qué estoy aquí en este refrigerador? ¿Cuánto falta para que me encuentre con las verduras?"
Ahora bien; las verduras están enojadas, porque esperaban que sucediera algo, y nada sucede porque el cocinero está por allá preparando otra cosa, la salsa.   La salsa no tiene idea de nada. Aparentemente está desorientada, porque no sabe porqué la están batiendo y qué sucederá con eso, ¡y miren qué aderezo tan raro!  Esto es una metáfora de la sincronicidad.
Queridos, en su vida ustedes están cocinando una comida, pero ha de cocinarse con otros. La metáfora es esta:  ¿en qué tazón estás?  ¿Cómo te están preparando?  ¿Cuánto falta para que los otros ingredientes se junten contigo, de cierta manera, para que se cocine la comida final?  ¿Estás tranquilo con el hecho de que puede haber otras preparaciones? Puede que te junten con otros tazones, dentro de un rato, no ahora. ¿Dentro de cuánto? Depende de cuándo estarán listos esos tazones;  esto se cocina, esto se prepara, esto se enfría.
Entonces, cuando dices: "Querido Espíritu, quiero hacer esto. ¿Cuánto tiempo requerirá? ¿Qué deberé hacer?"  la respuesta es: "Lechuga, enfríate!" (se ríe)  Mi socio quiere insertar aquí un chiste y yo le digo que no (risas del público)  pero lo va a hacer de todos modos.  Reza, lechuga (N. T.: juego de palabras en inglés: let us pray - recemos -  y lettuce pray - reza, lechuga - suenan igual)  ¡Yo le dije que no! (más risas)
Los ingredientes de la comida se preparan bellamente, con elegancia, y con un orden de tiempo que ninguno de los ingredientes conoce. Completamente ignorantes de eso.  Y ustedes son impacientes, ¿verdad, ingredientes?  Quieren saber cuándo y dónde y cómo.  El cocinero lo sabe, porque el cocinero maneja todos los ingredientes y conoce el plan.
Cuando todo se junta, queridos, sucede en forma inesperada para los ingredientes, y todo a un tiempo. Y al combinarlos juntos, incluso después de hacerlo, no se ha terminado.  Porque nuevamente, habrá ciertos ingredientes que se deben agregar a mitad de la cocción. ¿Eres tú uno de estos?  ¿Estás implicado en la preparación, en el comienzo de cocinar la comida, o más tarde, o durante?  ¿Eres la sal, que entra última? No lo sabes, ¿verdad?  Esa es la cuestión: cuánta confianza tienes en el cocinero. (se ríe).
Todo esto se reduce (nada que ver con reducir una salsa) a confiar en el Creador. La comida que se cocina es la que has pedido. Cuando entras en esto, no importa qué sea, si es personal, si es con otros, si es un proyecto,  una sanación, un trabajo, es una comida que se prepara con muchos ingredientes. ¿Comprendes que para que obtengas una respuesta, otros seres humanos están involucrados? ¿Entiendes que tienen libre albedrío?  Ahora bien: compliquemos más esta comida.  Cada ingrediente tiene no solo una actitud, ¡sino que pueden decir que no! Imaginen lo que se le presenta al cocinero. Las verduras se rehúsan. (risas) Vas a tener que conseguir verduras nuevas; eso va a demorar un poco la comida hasta conseguirlas, luego serán preparadas,  y entonces todos tienen que esperar un poco más, pero la comida igual se va a preparar. Verás, el cocinero es paciente. El sistema es elegante, es hermoso. Y mal comprendido por casi todos ustedes, que están en extremo impacientes por ser cocinados (se ríe). Lo captan; sé que sí.
¿Y dónde estás tú en este asunto? ¿Cuánto tiempo ha sido o está siendo preparada la comida? ¿Ya estás impaciente?  ¿Quieres que se termine ahora? ¿Puedes saborearla? Aún no está.  El cocinero conoce tu nombre, querido, el cocinero te ama, querido. Y todo lo que tenemos es benévolo para ti.
¿Qué tal si has esperado tanto tiempo porque tú eres la lechuga?  Te enfriaron, saliste, algo pasó, te enfriaron de nuevo (se ríe).  Y luego, de repente, de pronto el cocinero descubre que los ingredientes se han unido de un modo inesperado y la comida final ha cambiado, ¡y va a ser otra cosa! Lechuga, allí vuelves al refrigerador (se ríe).
Y lo que finalmente sucede es algo que no podías decidir si tenías una bola de cristal lineal. Y si ibas a decidir qué iba a suceder, sería mejor que eso.  Verás, el cocinero ve todos los ingredientes todo el tiempo. Nada es demasiado complejo para el cocinero. Pero para ti: ¿estás dispuesto a entender la sincronicidad?  Ver cómo funciona requiere que tengas paciencia y te relajes. Hemos pedido esto antes, incluso en cosas que parecerían inmediatas: la sanación.  Algunas veces hay procesos en el planeta, que requieren respuestas inmediatas; tú haces lo mejor que puedes, pero es sencillamente parte de algo más grande.
A lo largo de todo esto, queremos que sepas que nunca nos desentendimos de ti; nunca, nunca. Verás, conocemos tu nombre. ¿Podría ser más claro? Nuestra mano está extendida hacia ti. La comida es buena.
Y así es.
Kryon
Desgrabación y traducción: M. Cristina Cáffaro