23 agosto 2015

Hermandad Femenina Lemuriana (8) - Kryon

Canalización de Kryon por Lee Carroll
ante la Hermandad Femenina Lemuriana (8)
en Regina (Canadá) el 24 de mayo de 2015

Saludos, queridas damas, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Yo sé dónde estoy, y sé quién está aquí.  Es importante repasar, solo ligeramente, para quienes no han oído estas cosas antes. En este salón hay enorme amor y benevolencia.  Lo repito: oyen una voz de varón: es de mi socio.  El Espíritu, la Fuente Creadora, no tiene género. Hablamos ahora de la sabiduría femenina que es un colectivo en Lemuria.
Lemuria era muy diferente; anoche les dijimos que fue la plataforma de lanzamiento del akash. Esto significa que, a medida que las almas pasaban por sus vientres y ustedes daban a luz, ustedes tenían conciencia como mujeres que estaban dando a luz almas que no regresarían a Lemuria, que ustedes estaban ayudando a darles la impronta misma, lo que ellos recordarían primero cuando reencarnaran otra vez en otros lugares del planeta.
Les hemos dado algunos de los detalles de cómo era este lugar llamado Lemuria.  También les contamos  que quienes vemos frente a nosotros no son necesariamente un grupo ni una familia; que la Hermandad, así como se practicaba en Lemuria, duraba muchas generaciones, y nos concentramos en los últimos cientos de años.  De modo que ustedes están recordando muchas hermandades, el akash de estar unidas de esa manera.
Hay mucho de qué hablar, mucho para contar, y mucho que podrían encontrar interesante y que podrían recordar.  Pero ahora vamos a hacer algo diferente, y ocasionalmente lo repetiremos.  Lo que vamos a hacer será a través de Melli-ha, como es costumbre en la Hermandad, que todas las preguntas se formulen a través de ella, ya que esto es parte de su rol en la Hermandad.  Esto es, entonces, un dialogo con Melli-ha, y voy a preguntarle de qué le gustaría que hablemos en los pocos momentos que disponemos, y permitir que eso guíe la dirección de este mensaje particular de esta noche.
Melli-ha:  Siento las preguntas y las cuestiones de quienes están sentadas ante nosotros:  ¿Yo estuve allí? ¿No estuve? ¿Qué hice?  ¿Cómo era?  ¿Quiénes éramos, como hermanas?  ¿Enseñábamos? ¿Aprendíamos? ¿Dónde estaban los niños?  ¿Cómo era el progreso de nuestras vidas, de nuestra única vida, tal vez una vida larga, en Lemuria?
Kryon: Es buena dirección para ir, y son muchas las preguntas; tal vez no las contestaremos todas, pero nos aproximaremos a darles algunas respuestas.
Queridas, la Hermandad era extracurricular (se ríe). Ustedes eran mujeres en una sociedad que hacía cosas como todas las sociedades. ¿Dónde estaban sus niños?  Eran cuidados por las mujeres que no estaban en la Hermandad.  Ahora bien; les debiera contar algo. La Hermandad no necesariamente contenía a todas las mujeres.  Sepan esto, especialmente: no todas las mujeres jóvenes podían asistir, tenían que tener una cierta edad antes de ser admitidas como hermanas, y ustedes lo habrán adivinado, tenía que ver con la menstruación, la primera.  Eso las iniciaba en el ciclo reproductivo honrado que ustedes tanto respetaban y representaban, y como les dijimos anoche, muchas de ustedes lo hicieron. Sus niños, por lo tanto, estaban al cuidado de mujeres más jóvenes, allí es donde estaban.
Las damas que están aquí, todas ustedes, no están por accidente; ¿qué las trajo a esa silla?  Para ustedes debe ser difícil comprender; en una ciudad tras otra que Melli-ha  visita, ella extiende una invitación a resonar con la Hermandad.  De modo que no necesariamente todas las probabilidades dicen que ustedes fueron parte de esto, porque vamos reuniendo almas antiguas en estas reuniones. Aquellas de ustedes que sintieron que resonaban con esto, respondieron al llamado para estar aquí porque fueron parte de esto.
La otra cosa que aporta credibilidad es que a través de cientos de años hubo miles de ustedes, por lo tanto en estas reuniones de almas antiguas que suceden en todo el planeta, muchas resuenan con esto: todas ustedes fueron parte de alguna hermandad en Lemuria en algún momento. Todas ustedes fueron parte de una hermandad lemuriana dentro del último Pachacuti, 500 años.  Eso no es tanto tiempo.
Sepan también que las hermandades eran muy estáticas, es decir, que las tradiciones no cambiaban mucho. No había ese tipo de novedad y evolución, o deseo de cosas diferentes, que ustedes tienen ahora en la sociedad. De modo que se hacía lo mismo durante generaciones. Esto significa que lo que se les presenta y ustedes lo recuerdan colectivamente, es porque están recordando la misma clase de cosas.
Una de las preguntas es: ¿Qué estaban haciendo?  Estaban haciendo lo que las mujeres han hecho siempre en la sociedad. Sin embargo, había ceremonias específicas en las que participaban, que podrían sorprenderlas.
¿Qué hacían los hombres?  ¿Qué creen que estaban haciendo?  ¡Eran pescadores! (se ríe) En Hawaii/Lemuria esa era la fuente de alimento.  ¿Sabían que desde tempranas épocas, tanto como puedan imaginar, cuando ellos se levantaban para ir a hacerlo, la Hermandad se ocupaba de enviarlos a pescar.  Esto era parte de la sabiduría que tenían ustedes: atraer los peces a sus redes.  Ustedes eran literalmente parte de todos los elementos de la sociedad, incluso aquellos que involucraban a los hombres. No había posiciones humillantes.  Los hombres pescaban y traían lo que habían conseguido y ustedes preparaban la comida. Esto ha sido así por miles y miles de años.
Con las ceremonias extracurriculares que hacían, tenían mucho que hacer. Desde el alba hasta oscurecer, estaban en una sociedad que debía alimentarse y hacer todas las otras cosas, y no hemos hablado todavía de la diversión. (se ríe).  Había ceremonias que involucraban a los hombres, pero ustedes empezaban con la ceremonia.  Había mucha danza, había mucha música.  Les interesará saber que todo esto empezaba con bendiciones por parte de la Hermandad. En la sociedad se reconocía la importancia de la sabiduría de lo femenino.  Las que tenían hijos, las que preparaban la comida; todo esto lo compartían los hombres, en forma total y completa.  Había una confluencia de la consciencia que sabía quién era la Hermandad; los hombres contaban con ustedes para establecer la energía, para ser las que eran, para dar a luz los niños correcta y adecuadamente, para cuidarlos correcta y adecuadamente, y para tener la sabiduría de cuándo engendrarlos.   Y cuidando de la sabiduría en una sociedad que literalmente dependía de ustedes para las ceremonias, para la diversión, ustedes incluso hacían cosas al morir. Algún día hablaremos de  eso.
Melli-ha, probablemente quedan preguntas sin contestar; volveremos a hacer esto. (se ríe).
Y así es.
Kryon
Desgrabación y traducción: M. Cristina Cáffaro