Canalización de Kryon
por Lee Carroll
ante la Hermandad
Femenina Lemuriana (44)
en Seattle,
Washington, el 9 de diciembre de 2017
Saludos,
queridas damas, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Mi
socio se aleja, y su alejamiento es nuevamente en honor del género, eso es
todo; no hay secretos aquí. No en la canalización.
Para
la primera parte de esta canalización, me gustaría mucho extender el tema del
mensaje anterior. Ahora bien, si estás escuchando esto más tarde, encuentra la
fecha de esta canalización y descubre la anterior. No es tan difícil. No es una
canalización para la Hermandad Femenina, sino para el grupo que estuvo aquí
justo antes de la Hermandad. Y el tema fue las almas. Ahora bien; conservamos
algo de ese mensaje porque pertenece aquí. Hay más complicaciones y
complejidades del alma humana, de modo que hablemos de ello.
De
manera multidimensional, no puede haber simplemente un alma, una dimensión; un
alma multidimensional está en muchos lugares al mismo tiempo, en realidad. Pero
no solo eso; hay otra "arruga", como suelen decir, y diremos que hay
"grupos de almas". Puede que hayan oído eso. "¿Estás en mi grupo
álmico?" "¿Estoy en tu grupo
álmico?" No es una jerarquía; es una reunión. Ni siquiera es una
clasificación. Es difícil describir qué es un grupo álmico, ustedes solo tienen
una palabra: grupo. Es una confluencia de energía que involucra a muchas almas,
que no se basa en el género o en la raza, ni el lugar o la época; es con
respecto al akash.
¿Qué
hicieron juntos, que crearía lo que llamamos un grupo álmico memorable?
Entonces ahora por primera vez se enteran de por qué las atrae la Hermandad
Femenina. Es más que una experiencia akáshica; fueron parte de un grupo álmico,
un grupo que estuvo allí. Hubo muchas de ustedes, durante miles de años, en
Lemuria, que no estuvieron allí juntas,
pero estuvieron. Todas aquellas de ustedes que experimentaron Lemuria, la
plataforma de lanzamiento del akash del planeta, los que venían por primera
vez, todos tuvieron esto en común, este es su grupo. A muchas vidas de
distancia, todavía están en ese grupo. De modo que podrían decir que hay algo
en común; la Hermandad es una generalidad, el grupo se junta desde épocas
antiguas, durante un largo tiempo que es lineal. Pero lo que tienen en común es
muy profundo; eso sería las maestras pleyadianas, las originales, las que
vinieron, las madres pleyadianas que se quedaron a enseñar. No había culto;
eran simplemente las maestras, ustedes no pensaban en ellas como venidas de las
estrellas, no conocían la diferencia; recuerden, esto es el comienzo. Entonces
era sumamente común que hubiera allí una maestra pleyadiana, ustedes
simplemente asumían que así era. Ese es su grupo álmico.
Es
interesante. He mencionado esto porque, verán, no se piensa en esto muy a
menudo, y aun cuando ha sido canalizado antes, puede que no lo hayan oído. En
las mujeres es un paradigma común formar grupos. Ustedes piensan en qué hacen
las mujeres muchas veces en su sociedad: forman grupos. Y ya sea un grupo para
hablar, o charlar, o sentarse en círculo o lo que sea, forman grupos. Y el
paradigma para los hombres, ¿qué hacen los hombres? No forman grupos, van al bar
(se ríe). Y este sería un paradigma
que ha durado siglos, es lo que ustedes conocen, lo que sus padres y sus
abuelos conocían. Pero existe una excepción; hay hombres que forman grupos
secretos, y hay hombres que solían ser mujeres formando grupos masónicos (se ríe) guardando secretos sobre todas
las cosas, hombres en grupos con secretos. ¿Eso suena a mujeres? Ciertamente, y
eso se debe a que este es el cambio de género que ha tenido lugar durante las
edades, ustedes van y vienen de un género a otro, y recuerdan... ¿qué? Esa
parte del grupo álmico.
Algunas
de ustedes, aquí sentadas, en otro género y en otra época, hombres tal vez en
la logia masónica de su tiempo, sosteniendo los secretos de las mujeres. Son
metafísicos; son secretos porque no pueden revelarse, porque se reirían de
ellos, y son los secretos que aprendieron de sus maestras pleyadianas. De modo
que hay más que mujeres en un grupo álmico; búsquenlo.
También
hay algo que les contamos, y lo sostenemos: que en este momento del tiempo no
es por accidente que tantas almas antiguas están en el mismo género que
tuvieron en su inicio. Tiene que ver con el Cambio, tiene que ver con el ciclo
de 26.000 años, en cuyo punto central terminarían con el mismo género que
cuando empezaron. Eso es parte de un grupo álmico que es cómodo: están cómodas
con el género en que empezaron, están cómodas ahora al regresar. Y sienten más
la Hermandad Femenina. Si quieren realmente saber más, ¿qué es lo que sienten?
Eso es mucho.
Ahora,
si dan vuelta la página, hay una cosa más. Es muy común que antes de empezar la
canalización Mele'ha tenga una intuición; que hable sobre las cosas que ella
recuerda, sin entender realmente de qué se podría tratar. Entonces ahora mismo
les traigo algo que ella sugirió: basándose en su intuición, que ella no
comprende realmente lo que está recordando, ella pregunta sobre asignaciones.
Lo que ella dijo es que muchas mujeres se están preguntando cuál es su
asignación. Eso no sucedería a menos que fuera un recuerdo de asignaciones.
¿Hubo
asignaciones o algún paradigma parecido
en Lemuria? Entonces nuevamente
revelamos algo, que ya les contamos antes pero queremos repetirlo. La Hermandad
Femenina en Lemuria no era un grupo de mujeres que se juntaban a hacer
ceremonias espirituales. Oh, eso era parte de lo que hacían, y ciertamente
había ceremonias que hacían, pero la Hermandad y las reuniones de la Hermandad
tenían que ver con la comunidad. La Hermandad tenía que ver con la vida en
Lemuria, y ustedes compartían muchas cosas entre sí, para ayudarse mutuamente,
para avanzar, incluso les contamos que las edades que tenían marcaban una
diferencia. Algunas de las mujeres mayores se las honraba, se hacía una
diferencia. Y ¿qué compartían ellas? ¿Profundidades? (se ríe) Podrían decir que sí. Profundidades de la jardinería, de la
cocina, profundidades de lo que era importante para la aldea, maneras de
pensar, cómo hacer más felices a los hombres cuando volvían del mar, cómo
limpiar mejor los pescados. Esto no es sagrado - ¡esto es Hermandad!
Y
luego estaban los momentos en que se reunían y recibían las enseñanzas de las
instructoras pleyadianas, todas mujeres: allí venían las asignaciones. Y esas
asignaciones que tenían eran asignaciones para la vida mientras estaban allí.
Asignaciones tal vez de tareas, aquellas en que se distinguían. Verán: una
pleyadiana podía mirar a una de ustedes y decir: "Tú perteneces al
jardín" "Tú perteneces a la cocina." "A ti te corresponde
enseñar."
Ahora
bien, hablemos de eso, porque la maestra pleyadiana podía leerte. Y aun cuando
tu akash todavía no era profundo, aun cuando recién empezaba, la maestra
pleyadiana sabía quién eras y cuáles eran tus mejores atributos. De modo que
algunas de ustedes eran preparadas como maestras. Esas son las que están aquí,
y las que están escuchando esto, saben qué es una asignación, porque esto es
una maestra no para Lemuria, sino para la vida.
Algunas
de ustedes despiertan para estar en sus grupos álmicos y sienten que hay algo
más, y esas son las mujeres que dicen: "¿Cuál es mi asignación? Yo sé que
hay una." Todavía eres una maestra. De modo que hablemos hoy de eso, de
manera general. Tal vez sienten que tienen una asignación para este
tiempo. Les diré lo que su maestra
pleyadiana les dijo todo el tiempo: Tu asignación es llevar lo que es la Fuente
Creadora y la energía de la compasión en la vida cotidiana. A tus hijos; a los
hijos de tus hijos; a tu cocina. A lo que consideras mundano, para encontrar
alegría en ello; esa es la asignación. ¿Ven, queridas? cuando hacen eso hablan
con el Universo, hablan consigo mismas, hablan con lo que están en su interior,
hablan a su química, hablan a quienes quieren escucharlas. La asignación es
verdaderamente traer a Lemuria de regreso a la vida cotidiana.
Aquellas
de ustedes que sienten que son maestras, todavía lo son. Su asignación es
llevar alguna forma de enseñanza en lo que hacen. Dondequiera que estén, donde
se encuentren, en la vida de todos los días, ¡hay algo que enseñar! En el lugar
de trabajo, en la familia, hay algo que enseñar. Cómo te comportas, como
reaccionas a las cosas. Eso es lo que se te enseñó originalmente. Ese es el
propósito de la vida, esa es la asignación; el regreso a Lemuria está
verdaderamente próximo. Tu grupo álmico empieza a hablarte; lo que hagas esta
noche, lo que recuerdas, debiera empezar a resonar en el akash: "Sí,
recuerdo."
De
modo que Mele'ha está hablando de asignaciones, sin siquiera saber,
verdaderamente, que es pertinente a esta época. El paradigma es recordar la
asignación de la compasión, lo que la maestra pleyadiana te dijo en la
Hermandad, en un momento callado que era espiritual, fue el mantra: "Tú
eres sagrada. Tú eres sagrada." Entonces toma esa sacralidad y cocina con
ella, complace a otros con ella, ayuda a los hombres de la aldea con ella, crea
la sacralidad de la oración cuando ellos están en el océano buscando los peces.
Ayúdalos en todo lo que hacen, como ellos te ayudan en todo lo que tú haces. Porque
tú eres sagrada, ese es el mantra. En todo lo que haces, recuerda la
sacralidad. Año 2017: en todo lo que haces recuerda la sacralidad. En casa, en
la escuela, en el trabajo, en la ruta. Recuerden eso porque es lo que cambiará
al planeta, queridas hermanas.
Y
así es.
Kryon
Transcripción
y traducción: M. Cristina Cáffaro