TUS CUATRO ROSTROS - Parte 3
El Yo Mental se puede comparar a un mazo o
martillo grande y poderoso. Este martillo es una herramienta perfecta para
clavar clavos y sacar listones. Como es
tan capaz, y como vivimos en una cultura que valida mucho según lo intelectual,
le pedimos a este martillo que haga trabajos para los que no es adecuado. Tu Yo
Mental (Mendelson) está ansioso y dispuesto a hacer lo que se le pida. A veces
crea una justificación según la cual su método es el correcto. Por ejemplo, si le
pides a un martillo que decore una torta, creerá que está haciendo un gran
trabajo y tratará de convencerte. Sin embargo la torta no va a tener un aspecto
apetitoso ni buen sabor. Frío y
racional, lógico y sensato, Mendelson está seguro de poder hacer cualquier
tarea, y si el resultado es menos que óptimo será debido a un problema externo.
O la torta la sirvieron demasiado tarde en la fiesta, o a nadie le gusta el
chocolate, o la fuente no tenía la forma adecuada.
Esta actitud ha sido inculcada en él durante generaciones de patrones de
creencia. Puede realmente hacer impacto sobre los otros dos Yoes y causar gran
confusión, incomodidad y falta de armonía.
Si tu Yo Mental se impone en los proyectos o es invitado a participar en
un nivel que está por encima de él, puede tomar el control y dirigir los
procedimientos. Esto priva a tu Yo Emocional de su alegría y entusiasmo
descontrolados, y tu Yo Físico puede sufrir dolor por ser descuidado. Muchas
veces tu Yo Mental ignora a los otros Yoes hasta que todo el sistema está
amenazado por un colapso o el cuerpo se rompe por "un accidente" o
una enfermedad. Tal vez conoces a alguien que le permite a su Yo Mental dominar
su vida hasta que ya está en un dolor tremendo. Algo debe cambiar, porque todo
el sistema sufre. Muchas personas,
cuando contraen una enfermedad que amenaza su vida, reciben grandes
comprensiones y cambian las pautas de sus vidas. Algunos sobreviven a esa
experiencia.
Bea estuvo poco tiempo casada con George y ya empezaron a tener bebés.
Eran devotos católicos y tuvieron seis hijos, muy seguidos. George no estaba feliz con su trabajo mal
pagado, y bebía abundantemente. Muchas noches volvía a casa después de
medianoche y descargaba sus frustraciones empujando a Bea contra una pared y
dándole una paliza.
Durante 12 años, Bea tuvo muchos moretones y huesos rotos. Bea siempre
racionalizaba la conducta de él y encontraba excusas para su horrible humor.
"George está sufriendo un contratiempo temporario. Está deprimido. En
realidad es una buena persona." Bea
tenía muchas razones lógicas para permanecer casada. "Si yo abandono a
George, le rompería el corazón a mi madre. La Iglesia no permite el divorcio.
Los niños necesitan un padre".
George seguía pegándole, eventualmente en presencia de los hijos. Una
madrugada regresó borracho como siempre, y no solo le pegó a Bea sino que
empezó a amenazar a su hija mayor. Entonces fue cuando el Yo Mental de Bea no
pudo encontrar una razón lógica para quedarse. Había llegado al nivel más oscuro de dolor
físico y emocional en su vida. Estaba
dispuesta a tolerar su propio dolor, pero recién cuando su hija se convirtió en
objeto del abuso de George, Bea fue capaz de juntar a sus Yoes y cambiar la
situación. Finalmente se hizo obvio que su Yo Mental no tenía ni idea de cómo
manejar la situación.
La descripción del trabajo de tu Yo Mental incluye:
1. Toma la
información externa y la procesa para que tenga sentido lógico y racional de
acuerdo con la información ya almacenada en sus bancos de experiencia.
2. El lenguaje. El Yo Mental puede comunicar
verbalmente sus necesidades, interpretaciones y percepciones.
3. Procesa los
símbolos que evolucionan hacia la escritura, la lectura y la matemática.
4. El analista. Le
encanta analizar y entender las cosas, probar teorías y resolver problemas.
Además de reconocer
a tu Yo Mental y personificarlo, puedes alentarlo a desarrollar sus fortalezas
ofreciéndole lo siguiente:
1. Reconocer y
escribir una lista de los trabajos en los que es bueno. Validarlo verbalmente
por su buen trabajo en las áreas en que es experto.
2. Darle para hacer tareas específicas como
controlar la chequera, leer mapas y hacer listas de cosas por hacer. Que esto sea un acto consciente y que ocupe
intencionalmente a tu Yo Mental.
3. Reconocer cuando
se ha metido en el ámbito de controlar las emociones y el cuerpo. Simplemente
darse cuenta de las pautas actuales de participación mental ayudará a
equilibrar el entusiasmo de Mendelson y lo devolverá a las áreas en las que es
experto.
4. Cuando te
dediques a una actividad que implique solo al Cuerpo Emocional (un momento
íntimo con un amante, o bien meditar) o al Cuerpo Físico (cavar en el jardín,
lavar el coche) pídele a tu Yo Mental que espere afuera hasta que haya un
trabajo para que él haga. También podrías visualizar un interruptor de apagado
del analista en el Centro de tu Cabeza.
Podrías encontrarte apagándolo muchas veces al principio. Está bien.
Empezar a usar esta herramienta es como entrenar en el gimnasio. Desarrollas un
músculo que no has usado mucho hasta ahora. No esperes levantar 70 kilos en el
primer intento.
5. Toma nota de las
personas que a tu alrededor están dominadas por sus Yoes Mentales y cómo ellas
experimentan sus vidas debido a eso.
¿Están emocionalmente cómodas? ¿Son felices y saludables?
En la Parte 4: El
Yo Espiritual
Por Jim Self y Roxane Burnett
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Traducción: M.
Cristina Cáffaro