Serie de la Iluminación – Shaud 8 – Mayo 2024
Adamus Saint Germain
Canalización de
Geoffrey Hoppe – Círculo Carmesí
https://www.youtube.com/watch?v=ntNDSTO2q0g
Linda: Estamos
aquí para el Shaud 8 de la Serie de la Iluminación y estamos aquí en Villa Amhyo, en el Pabellón
de Shaumbra, y Geoffrey se prepara para canalizar, Esto es de la Isla Grande de
Hawaii, un lugar muy hermoso. Con eso, Geoff se prepara, preparémonos nosotros
con una respiración consciente. Una cosa tan importante que hacemos; respiramos
todo el tiempo, pero en este momento te sientas cómodamente y tomas esa buena
respiración profunda de vida. Esa respiración consciente, entrando en ti, en tu
corazón, toma esa buena respiración profunda, esa respiración de permitir, que
nos permite tantos potenciales. Solo respira y siente; fluye con tu cuerpo, tu
cuerpo, lo divino que tú eres, respira
el Yo Soy, Yo soy, yo existo. Yo soy el que soy, yo existo. Toma esa
respiración de presencia. Respira, respira y permite todo lo que eres, en este
momento del ahora. Respira, al ir a esto especial.
Sigue una canción,
cantada por cinco personas – no se identifica al grupo.
Yo Soy el que Yo Soy, Adamus de Saint Germain.
Bienvenidos a este Shaud, este
hermoso Shaud, esta bella reunión, la música que se escuchó por todos ustedes
que están uniéndose. Hay música enfrente para quienes están aquí, es solo para
iniciar, la canción Nada Más Importa.
Tengo una pregunta, para todos y
cada uno de ustedes: ¿Qué importa en su vida? ¿Qué importa realmente? Ahora
bien: limítense a cinco puntos, a unas pocas palabras por cada punto. Anótenlas,
si quieren. Tomen un momento para sentir eso. ¿Qué importa realmente? La mente humana salta adentro como
probablemente notarán. Uno se confunde, y si es así, detente por un momento y
siente dentro de eso otra vez, pero como el maestro. Como el maestro. Ya saben,
es su sabiduría, de todas las vidas que han tenido, y ese maestro está
disponible ahora. Está aquí. Entonces, pregúntense, como maestros, ¿qué importa
realmente en su vida? Cinco puntos, pocas palabras. (pausa -se oye el canto de los pájaros) Y anótenlas, si quieren.
¿Qué importa realmente? (pausa) Sabes, puedes seguir jugando con
ello, pero lo gracioso es, aun con todo lo que pasa en tu vida todos los días,
altibajos, giros y revoltijos, ya sabes, en un momento están enfermos y luego
se sienten bien, en un momento tienen todo este drama ocurriendo, usualmente con
otra gente, y al momento siguiente se calma, y cuando sientes que eres el
maestro, al momento siguiente te sientes un humano despreciable, Pero si
realmente sientes dentro de eso, ¿qué es lo que realmente importa, como
maestro? Es bastante simple. Es bastante sencillo.
Ahora bien, no voy a recorrer
todas las respuestas potenciales, pero tienden a ser cosas como: Yo importo;
eso debiera estar al principio de la lista. Yo importo. Para mí.: Yo importo.
Es mi viaje, es mi vida. Eso es lo que importa. El amor importa. Pero el amor a
ti mismo. No se trata de amar a todos los demás, Eso va a jugar dentro de que,
al amarte a ti mismo, realmente empiezas a entender el amor a otras personas;
hasta entonces solo eres un aficionado. Solo juegas al juego del amor, cuando
realmente no te amas a ti mismo. Lo que importa es tener algo de paz dentro de
ti. Son muchas, muchas, muchas vidas sin tener eso. Es ir atrás y adelante en búsqueda de esa pregunta ¿quién soy yo? Y
paso a través de toda esta metamorfosis, hacia la realización, y me quedo en el
planeta. Entonces, un poco de paz. Un poco de solaz, un poco de alegría. Eso
debiera importar. Más allá de eso, no mucho importa, realmente no importa. Y
uno se queda enredado en todas estas cosas que ocurren en la vida, y todavía
regresan estas preguntas insistentes ¿Estoy haciendo bien las cosas? ¿Por qué
me siento terrible? Esas cosas realmente no importan. Estás desperdiciando
mucho de tu energía con esa especie de autoevaluación mental constante.
Realmente no importa. Nada de ello. Lo que importa eres tú, es el amor por ti
mismo, es la alegría de permanecer aquí en el planeta. Eso es bastante.
Bastante. Cualquier cosa más allá de eso es un montón de makyo, (N.T Makyo - Verborrea y clichés
espirituales que distraen de la verdadera experiencia del Sí Mismo. Adamus
también lo describe como mierda espiritual. Tomado del glosario del sitio web), un
montón de constipación espiritual, un montón de desperdiciar tu tiempo. Y la
cosa es que, cuando dejas que todo el resto de estas cosas interfieran en tu
vida, las cosas y cuestiones cotidianas como esas, desperdiciarías un montón de
tiempo, pero tu energía se dirige a esas cosas. Eres como un gran imán para tu propia energía. Vendrá. Si quieres
preocuparte por cada pequeño detalle, si quieres estresarte sobre cada
pequeñez, si estás constantemente en esa mente que acosa al yo, las energías
apoyarán eso. ¡Son – pff! – no les
importa.
Pero si sientes profundo en
esto, ¿qué importa realmente? No muchas cosas. No muchas. Las energías entonces
se realinearán y apoyarán lo que realmente importe. Lo que importa realmente.
Un maestro empieza a darse cuenta de que las cosas como la abundancia realmente
no importan. De hecho, ya no es una palabra en tu vocabulario. Solo está allí.
Un maestro se da cuenta incluso de que cosas como la salud realmente no
importan. Digo, importan si no tienes buena salud. Pero en último caso no
importan porque estás en un estado de salud ahora, en un estado de vibración.
Pasas por un montón de cosas, porque realmente estás saliendo de la vieja
biología y entrando en tu cuerpo de luz, y vas a sentirlo. Pero no importa
realmente.
Yo tuve una vida relativamente
breve, oh, hace cientos, tal vez miles de años atrás, como monje zen, parte del
tiempo en China y parte en Japón. Fue una vida interesante. Yo quería
experimentar el Zen. El Zen es esa constante pregunta del propósito: “¿Cuál es el propósito de la vida?” Entras en el Zen,
y te retuerce la mente. Lo hace, pero realmente de tal manera que te trae algo
de claridad, porque te das cuenta de que nada importa, realmente no. Nada importa
realmente, y te das cuenta de eso. Bien, como dije, fue una vida breve y yo me
preguntaba cuál era el propósito. Y en Zen me di cuenta de que no hay
propósito: “Saltamontes, no hay propósito”. Y con eso, me salí de esa vida. No
por disgusto, o enojo, o alguna otra cosa, sino que, eh, no hay propósito. De
modo que me fui. Y me di cuenta de que en realidad hay belleza. Tal vez no es
lo que tú defines como propósito o meta, pero hay una belleza en la vida. Y si
hay un propósito, si hay una razón, tal vez sea esa. Solo la belleza, la mera
belleza de ser capaz de vivir en esta realidad.
Me encantó esa vida. Era un
constante ir y venir con los otros maestros Zen. Es como que juegas
constantemente este juego de ajedrez Zen, per no importa si ganas o pierdes. No
importa. En Zen, te das cuenta de que quitas todas las cosas hasta llegar a la
esencia, y aun entonces, no importa. Realmente no importa, excepto lo que te
importe a ti. Eso es realmente el Zen. Nada importa excepto lo que te importa.
Y es por eso que amo al Zen. Pero después de un tiempo, se vuelve un poco
frustrante. Lo que importa es lo que te importa. Eso es todo.
Sientan dentro de eso otra vez.
¿Qué importa realmente en esta vida? ¿Qué es lo que realmente hace una
diferencia? No mucho. Probablemente
podrías decir que, a ver, 99 por ciento de lo que ocupa tu mente y usa tu
energía y te estresa, realmente no importa.
Entonces, se presenta esta pregunta: “¿Por qué la gente lo
hace?” Bueno, en parte porque no conocen
nada mejor. Nunca han sido monjes Zen ni estudiado de la manera que muchos de
ustedes lo han hecho. Lo hacen porque los ocupa. Los ocupa. Les da
experiencias, les da historias. Ocupa su
día. Les da algo que hacer. Pero también llegan a un punto de darse cuenta de
que no importa realmente, nada de eso. ¿Qué realmente importa, además del Ser,
además del amor del Ser? La belleza de estar aquí, la belleza de ti mismo, la
belleza de la naturaleza, incluso a veces la belleza de otra gente. Y no estoy
diciendo que esa sea la respuesta; esa fue mi respuesta. La belleza de la vida.
Estás aquí, en este lugar increíble, también un lugar muy difícil. Pero sabes,
en su misma dificultad, en los desafíos de la vida, realmente te permite
percibir la belleza de una manera diferente, una manera mucho más clara, una manera
más conmovedora. De modo que lo que me importaba a mí era la belleza de la
vida, y es por eso que después de esa vida breve como monje Zen, volví otra vez
por la belleza. Por la belleza de mí mismo, de todo lo que me rodeaba, de
experimentar mi energía, la belleza de cómo la luz – la energía y la luz – se
convierten en algo como esto. Eso es bastante asombroso. Eso se convierte en
esta realidad. Eso da vida a tu biología, a tu mente, a tu todo, a tus
experiencias. Incluso las peores experiencias tienen una belleza en ellas.
De modo que, al iniciar este
Shaud, tengo que decir que va a ser un poco diferente de lo normal. Vamos a
tener una merabh muy larga (N.T. Merabh™ - Un movimiento energético no lineal y no-mental que
combina palabras, música y tal vez movimiento físico para crear un cambio de
consciencia cuántica.) De modo que pónganse cómodos, relájense. Y si
se quedan dormidos durante la Merabh, o algunos ya están dormidos – pero si se
duermen durante la merabh, está bien.
Pregunta
Zen del día: ¿qué viene después de la conclusión? (N.T. finalización) ¿Qué viene
después de la conclusión? Sientan dentro de ella por un momento, y siéntanla
como el maestro. ¿Qué viene después de la conclusión? Mmm. Les daré un momento
para contemplarlo. (pausa)
Mientras tanto, converso con
Linda. Linda de Eesa, ¿cómo estás hoy?
Ellos están contemplando. Nosotros estamos conversando.
Linda: Oh, rara.
Adamus: ¿Como siempre?
Linda: Más rara.
Adamus: (se ríe) Más rara. Más rara como siempre. ¿Por qué es eso?
Linda (pausa; piensa): Todavía estoy tratando de clasificarlo.
Adamus: ¿Clasificar qué?
Linda: Por qué me siento tan
rara.
Adamus: Oh. ¿Y por qué tratar de
clasificarlo? Digo, eso no te va a llevar a ningún lado en absoluto.
Linda: Bueno, es molesto
sentirse tan raro.
Adamus. ¿Por qué? ¿Por qué?
Digo, ¿cómo te sientes rara? ¿De qué manera?
Linda: Incómoda.
Adamus (a Shaumbra): Sigan pensando qué viene después de la conclusión.
Nosotros solo estamos charlando un rato aquí.
Linda: (se ríe) ¡Incómoda!
Adamus: ¿Incómoda? ¿Por qué yo
estoy aquí?
Linda: No. No por ti.
Adamus. ¿Incómoda por…? ¿Hay
algo grande sucediendo en tu vida? ¿Ocurre algo?
Linda: No estoy totalmente
segura. Pero he estado divirtiéndome mucho con Geoffrey y Belle, y estoy
lamentando, creo, anticipando, sabes, tener que hacer otra cosa.
Adamus: Sí. No creo que esa sea
la verdadera razón, pero está bien, sabes. Porque vas a tener que dejar atrás a
Belle por un tiempo, pero ella estará bien. Pero no, hay algo más ocurriendo.
¿Qué es? Si no te importa, pondré palabras en tu boca. (ella
abre la boca grande) Es el Shaud de hoy, y lo que viene después. Seguro.
Estás con eso. Estás con todos los Shaumbra allí afuera. Y están con todo eso
de – mmm – cruzar hacia algo nuevo. Y siempre hay ansiedad y siempre hay
preocupación. ¡Debieras estar excitada!
Excitada; vamos a hacer algo nuevo hoy.
Linda: Pero eso no ocurre muy a
menudo. ¿Por qué es esta vez tanta ansiedad?
Adamus: La hemos estado
aumentando por un tiempo. Muchos Shaumbra están listos, muchos Shaumbra están
realmente cansados ahora de la manera en que estuvieron viviendo, y dicen
“Basta, no más, no más.” Porque es hora de seguir con esto. Sabes, puedes
arrastras cosas – cosas de tu familia, de tu trabajo, sabes, tal vez no estás
feliz con el estado de tu vida en este momento. Las relaciones, o dónde vives,
o cosas así. Pero sin embargo, la gente igual lo soporta. No tiene mucho
sentido. Y a medida que nos llenamos más de luz y nos empoderamos más personalmente, de pronto
te das cuenta de que podemos cambiar esto.
Y entonces lo hace. No porque estés pensando tu camino hacia eso o
forzando tu camino por medio de tu mente; es porque de pronto estás lista para
un cambio, y entonces el cambio ocurre.
Linda: Pero si se supone que
esto sea algo que se sienta mejor, ¿por qué me siento tan incómoda?
Adamus: Pregunta Zen: ¿por qué
te sientes tan incómoda?
Linda: (sonríe y menea la cabeza) Porque puedo…
Adamus: Sí, porque puedes,
porque no tienes nada mejor que hacer tal vez, o porque es una partida. Es
dejar el yo humano detrás. En cierto modo es la muerte de una identidad, y eso
da miedo, porque ¿qué viene después de eso? Y la mente humana no tiene
posibilidad de imaginar qué viene después. Cuando lo hace, limita ese “después”
a sus limitaciones humanas. Entonces, sabes, has llegado a este punto de
conclusión, ¿qué viene después de eso? Bueno, podrías argumentar que nada
sucede después de la conclusión. Está completa. Has terminado. Eso es todo. Tal
vez te vas de la existencia, lo que no va a suceder. Tal vez solo existas. Solo (mira
hacia arriba, extiende las manos con las palmas hacia arriba) todo el día,
toda la noche, toda la eternidad, yo existo. Solo existes, lo que realmente no
es tan malo. Pero para el humano suena
aburrido.
Linda: Sí, por cierto.
Adamus: Suena muy aburrido. El
humano tiene que tener algo que hacer. Al humano le gusta masticar los
problemas, obsesionarse con problemas. El humano realmente gusta de “dame algo
en qué trabajar”, y lo hace obsesivamente una y otra vez, hasta que se cansa
absolutamente de eso. Y muchos de ustedes han hecho eso y piensan “Bueno, estoy
realmente cansado de esto.” Entonces llega un punto en que dicen “No, no.
Realmente. Terminé, estoy cansado. No hay más. ¿Cuál es el propósito?”
Entonces, sabes, aquí estamos,
hablando de esa misma pregunta, y para los que están escuchando esto, ¿qué
viene después de la conclusión? Tal vez
nada. O tal vez algo que no podía ser
imaginado por la mente. Entonces, tomemos una buena respiración profunda.
Sientan dentro de eso por un momento. ¿Qué viene después? ¿Qué viene después?
Y mientras ustedes hacen eso,
vamos a resolver unos pocos problemas técnicos que estamos teniendo aquí (N.T. de sonido) Tomen una respiración
profunda. Nada más importa. (acomoda un
pequeño aparato que lleva en un bolsillo)
Entonces, queridos Shaumbra,
llegan al punto de conclusión. ¿Qué sucede después de la conclusión?
¿Simplemente inician otro ciclo? No. No, no lo hacen. Van hacia algo totalmente
nuevo y diferente, inimaginable, mayormente para el humano – en su mayoría –
porque todavía está en la mente humana; no pueden realmente, efectivamente,
plenamente, imaginar qué hay más allá, porque lo humanizan. Lo ponen en
términos humanos y en la perspectiva humana. Pero hay algo.
Entonces, cuando sienten dentro
de esa pregunta Zen, “¿qué viene después de la conclusión?” Algo. Algo. Y tal
vez no inmediatamente en su percepción, pero algo. Los espera. Ya está allí.
Tú, como humano, no tienes que hacerlo, crearlo, construirlo, darle
arquitectura, moldearlo, ninguna de esas cosas. Está allí esperándote. Y hay
algo de ansiedad con eso, porque “¿Qué será? ¿Será bueno para mí? ¿Me va a
matar? ¿Me va a lastimar? ¿Me causará estrés y consternación y todo? No lo sé.
Es simplemente algo.” Entonces ustedes sienten dentro de ese “Algo” y eso es
exactamente lo que vamos a hacer hoy. Sienten dentro de algo.
Llegan al punto de conclusión y
en Zen se lo llamaba Samsara. Samsara. Samsara significa exactamente eso.
Llegas al final de los ciclos, particularmente cuando piensas en términos de
los ciclos de encarnaciones humanas, muerte y nacimiento. Llegan al final de
eso. Es Samsara, y nada hay en adelante. Cuando lo miras desde tus ojos
humanos, nada hay adelante, y eso es condenadamente temible. Al humano le gusta sentir qué viene después,
aun si no es necesariamente tangible o claro. Es como “Ok, vamos a la vuelta
siguiente.” Allí afuera hay como una
nada. Pero en esa nada, como en el Zen, hay algo. Nada es nada (se ríe). Podríamos seguir así todo el
día, pero no hay nada en nada, excepto todo. Pero igual es nada. Entonces ¿qué
es? Llegan al Samsara. Llegan al final de un camino, de una era. Llegan al
final de sus vidas. La mayoría de los Shaumbra han reconocido dentro de sí
mismos “No más vidas. Terminémoslo aquí.” Samsara.
¿Y a dónde vamos desde aquí?
¿Qué sucede? Buen, el maestro se lo dirá. “No te preocupes por eso y no pienses
en eso. Solo te deprimirá y entristecerá
y sentirás ansiedad. Ni siquiera pienses en eso.” Pero el humano, el humano:
“Oh, no, tengo que saber qué sucede. ¿Qué pasa con esto? ¿Qué pasa con
aquello?” Y el maestro: “¿Este humano alguna vez se callará? ¿Alguna vez tomará
una respiración profunda? Nada importa; excepto lo que importa para ti.” Todo
el resto de eso – todo el ruido en la vida, toda la conmoción, todo el tráfico,
toda la gente, todos los miembros de la familia, todo el drama, todas tus vidas
pasadas – no importan. Realmente no. A menos que quieras que importen, y
entonces se van a manifestar. Estarán allí junto con tus problemas y tus
enfermedades y tu depresión y tu tristeza y todos los desafíos en tu vida, y
ser una víctima, y todo lo demás. Entonces realmente importa. Luego tienes
mucha energía, y ahora mucha luz derramándose sobre eso, hasta que tomas una
respiración profunda dentro del Samsara. Fin. El fin de los viejos ciclos.
Y, al entrar en este día, tú te
das cuenta de que no recibes un ciclo nuevo. No entras en ese viejo patrón (N.T. hace círculos continuos con la mano)
y en esa vieja trampa, simplemente tal vez pareciendo un poco mejor, un poco
más inteligente. Nada de eso. Salimos de eso circular, esa continuación en que
has estado, y vamos a algo diferente. “¿Y qué es?”, dices. Bueno, te toca
descubrirlo.
Te diré ahora mismo que no es
necesariamente lineal. No es solo un círculo más grande. No es ser un humano
feliz y no hacer nada. Es mucho más que eso. Es madurez. Es madurez. He hablado
mucho de eso recientemente en algunas de las reuniones aquí, como ya saben. Es
madurez. Y la madurez, la madurez viene con la experiencia. No puedes tener
madurez sin haber tenido experiencias, y las experiencias, ni siquiera te están
enseñando algo. No se trata de lecciones
en la vida. Nunca me gustó esa idea de la vida como una lección. No lo es. Es una experiencia. Pero tú sí pasas por
cosas y aprendes de ellas. Mayormente. A veces no mucho. Vas por esas
experiencias y las experiencias son para la alegría, para la luz, para solo
estar allí y hacerlas sin un propósito particular necesario, solo estar en
ellas, porque puedes. Y al pasar por tus experiencias de muchas, muchas vidas,
en algún punto te vuelves más maduro. Te das cuenta de que hay ciertas maneras
de hacer las cosas para tu felicidad y
tu alegría, y ciertas maneras de no hacer las cosas, porque te hacen sentir
miserable y lo hacen también con la gente a tu alrededor. Te das cuenta de que
hay cosas que importan y cosas que no
importan. Muchas, muchas, muchas cosas que no importan, y tú las sueltas. Eso
es madurez La madurez no tiene nada que ver con la inteligencia. Aunque yo
tendría que decir que cuanto más maduro
se vuelve uno, más inteligente se vuelve como humano. La madurez no es algo en
que puedas trabajar. Es algo que recibes y permites. Y lo que sucede después de
muchas, muchas vidas, es que llegas a un punto de madurez, llegas a un punto de
estar avezado, entendiendo cada vez más qué es lo realmente importante, lo que
importa para ti. Y esa madurez es la cosa misma que te lleva a ese estado de
Nirvana.
Ahora bien; Nirvana es una
palabra grande. Muchos de ustedes piensan que el Nirvana es solo estar en una
nada de dicha; corriendo alrededor del planeta solo en una dicha total. Eso es
la visión occidental de eso. Samsara es ese punto de, bueno, es un punto de
muerte. Es un punto de ya no más. Es un punto de no más ciclos. Cuando digo
muerte, no estoy hablando solo de tu cuerpo físico, estoy hablando de tu ser (N.T. beingness) Es un punto para que eso
muera. Es el punto, si no muere, para matarlo. Porque ya no está sirviéndote.
Yesos son todos pensamientos temerosos.
Sabes, lo que quieren muchos Shaumbra es dejar caer unas pocas cosas y solo
continuar un poco más livianos, pero todavía aferrándose a muchas de las cosas
viejas. Y es muy difícil hacerlo, porque si aún te aferras a cosas que no
importan, en último caso no importan, vas a ser arrastrado hacia atrás, directo
adentro de todas esas cosas viejas. Es cuestión de – Cauldre quiere usar la
palabra “conceder” que podría ser usada posiblemente – de soltar. Es una
cuestión de soltar. Y sí, requiere tremenda cantidad de coraje, pero luego no
requiere nada de eso Requiere tremenda cantidad de confianza en ti mismo, pero
la confianza es inherente, de modo que no necesitas trabajar en ello. Ya está
allí.
Entonces vamos de este punto de
Samsara ahora, particularmente con el Apocalipsis sobre nosotros, donde está el
final. Y no es solo iniciar un nuevo comienzo, como el viejo pero un poquito
mejor, No es como ponerle neumáticos nuevos a tu coche. Por eso pienso que muchos Shaumbra piensan
que eso es la realización. Sabes, tienes unos neumáticos realmente viejos y
gastados, por haber pasado por muchas, muchas, muchas vidas, y ahora vas a
poner neumáticos nuevos a tu coche y llamas a eso realización. Es mucho más que
eso. Es mucho más. Y ese es el punto, en general, con Shaumbra, donde estamos.
El punto que estoy impulsando, también.
Hoy se trata de, simplemente,
hagámoslo. Hagámoslo. Nirvana significa un renacimiento – un renacimiento del
Ser, sin el humano trabajando sobre él. Tengo que insistir en eso. Salir de una vez de
su camino. Lo que está ocurriendo ahora
dentro de ustedes es natural, tal vez temible para el humano que no se da cuenta
de qué está ocurriendo, “¿Por qué me siento así?” Bueno, para el humano: solo
siéntanse así. Digo, solo se zambullen en ese sentimiento y dejan de intentar
manosearlo. En el Nirvana, no se trata
solo de la dicha, en absoluto. Se trata de re-crearse a sí mismo, pero no en el
nivel del humano. La re creación ocurre en el nivel del maestro. Y ese maestro
luego ofrece estos dones al humano y dice: “Ahora, vívelos. Vive de esta manera nueva. Experimenta esta
manera nueva. Estás con esta Nueva Luz” Y eso es lo que está ocurriendo.
Ahora mismo es el tiempo del
apocalipsis. Empezamos con eso el año pasado, el 22 de marzo, saben, desde un
punto de vista general. Pero ahora entramos en él más profundamente, y más, y
más, dentro de tu apocalipsis personal. Eso es lo que está ocurriendo ahora
mismo. Moverse entrando a las profundidades de tu apocalipsis personal. ¿Y qué
significa el apocalipsis? No es desastre; no es que el mundo explote o se haga
pedazos. Apocalipsis simplemente significa revelar, o revelación. Ahora entras
en tu apocalipsis personal, una revelación que llega con atraso, que es bien
merecida por ti. Bien merecida. Podría ser un poco temible para el humano,
porque no está seguro de qué le está sucediendo. Pero, volviendo a la vieja,
vieja metáfora, la oruga no sabía qué le estaba pasando, tampoco. Pero al
permitirlo – en el capullo, realmente, y haciéndose pedazos, yo llamo a eso
permitir – en el permitir, se transforma, y se convierte en algo en este
momento de Samsara, algo que no podía haber imaginado antes, en el Nirvana de
la mariposa. Ocurre con la madurez del humano, y eventualmente esa madurez se
hace parte del maestro. Y de allí en adelante, desde este momento en adelante,
vas a ser convocado, más y más, a reconocer al maestro interior, a dejar de
confiar en las viejas costumbres humanas.
Ahora bien, la belleza de esto
es que el maestro vino desde el humano. No es que vino de algún lugar celestial
o de algún otro planeta. No; comprende al humano, y es un vínculo directo con
lo divino. El maestro es la cosa más cercana que tienes a Dios, lo más cercano.
Porque está trabajando en un nivel de la madurez, de la sabiduría, pero, sin
embargo, comprende al humano.
Entonces, humano: deja de
retroceder. Mejor aún: empieza a empacar, a prepararte para partir ¿hacia
dónde? No importa, ¿no es así? Y ese maestro está entrando ahora. El maestro
está lleno de sabiduría, lleno con la sabiduría del amor que tú has llegado a
conocer en tus vidas. El maestro no necesita confiar en el cerebro para sus
decisiones, para sus elecciones, para lo que importa. Sabe, en un nivel muy
diferente. El humano todavía desempeña un papel importante en algunas
logísticas más funcionales de permanecer en este planeta como ser biológico,
pero incluso eso está cambiando. El humano es particularmente importante ahora,
en la experiencia de entrar en la maestría y permanecer en el planeta.
Muchas de estas cuestiones, por
ejemplo, del Samsara, no fueron grandes problemas para los maestros anteriores.
Cuando llegaban al Samsara, entraban en el Nirvana, cruzaban, y se iban. No se
quedaban por aquí, en su mayoría. Entonces, las discusiones que estamos
teniendo ahora mismo son muy diferentes de las cosas que ellos experimentaron.
Las discusiones que tenemos ahora tienen que ver con quedarse aquí en el
planeta y, en cierto modo, es un desafío. Pero te pido que cambies la
perspectiva de eso. Realmente no es un desafío. Solo es raro y extraño para el
humano, pero realmente no es un desafío. Es una oportunidad. Es una manera
nueva de vivir y experimentar en el planeta. Es una manera nueva de permitirte
irradiar tu luz.
En el pasado, cuando fui monje
Zen, hablábamos del Samsara, y ellos decían que allí terminaba. Estaba hecho.
Terminabas con tus vidas en el planeta. Adiós. Empácalas. Ahora es muy diferente.
Ahora se trata de cómo ir al siguiente nivel de ser el verdadero maestro con
gracia, de tener presente todavía la faceta humana del maestro, pero con el
humano ya no teniendo – Cauldre me está corrigiendo en esto – pero no, el
humano ya no tiene que luchar por su camino en la vida. El humano ya no tiene
que tomar las decisiones difíciles. En absoluto. Y para algunos humanos, puede
que eso no les guste. Quieren ser el que controla las cosas. Pero intenten
permitir la entrada del maestro, y el humano, que disfrute del viaje. Dejar que
el maestro conduzca el coche, haga el mantenimiento, cuide de las cosas,
resuelva qué viene después, y el humano simplemente esté en el asiento del
acompañante disfrutándolo. Conozco a
muchos humanos que gritan “No. ¡No! Insisto: yo tengo que manejar. Yo tengo que
hacer todo.” Está bien. Pero entonces estás todavía en los mismos ciclos
viejos. Solo tratas de hacerlo un poco mejor.
Deja que ahora el humano se siente en el asiento del pasajero. Deja que
entre el maestro. Es una manera totalmente diferente de vivir, una manera
totalmente diferente de experimentar tu realización mientras permaneces aquí en
el planeta.
Pero ahora mismo tomemos una
respiración profunda. Este es tu apocalipsis personal. Es la revelación La revelación de quién eres realmente, y en
último caso, la revelación y la comprensión de cómo la energía y la consciencia trabajan
juntas. Eso es lo que el maestro quiere hacer. Tú dices “¿Qué le importa al
maestro?” Es sería otra. ¿Cómo
efectivamente trabajan juntas, la consciencia y la energía?
Le dije al grupo que estuvo aquí
recientemente que cuando yo me semi-vaya, me retire del Círculo Carmesí, que
yo, oh, tengo otros planes. No son cosas que tenga que hacer, sino deseos.
Tengo mis verdaderos deseos del alma, y ese nivel siguiente es trabajar para
juntar la energía y la consciencia en singularidad, en unidad. Ahora mismo, tú
experimentas cómo es jugar con la energía y la consciencia, pero en cierto modo
son componentes separados. Pero el siguiente paso para mí es trabajar con
varios de ustedes y otros seres angélicos para en último caso juntar la
consciencia y la energía. Entonces ese
es mi deseo. Esa es mi pasión.
Pero volviendo a la cosa. Ahora
mismo es tu apocalipsis personal, y lo que está sucediendo es que el humano
está lentamente desvaneciéndose. Incluso si te resistes, igual va a
desvanecerse lentamente. Y lo que entra después de eso es el verdadero maestro,
permanecer encarnado aquí en el planeta, pasar por todo el proceso de integrar
el cuerpo de luz y estar aquí para irradiar, hacer brillar su luz sobre el
planeta.
Hablemos por un momento de la
Nueva Luz. Hemos estado hablando de eso en Keahak, en cierto grado en los
Shauds, pero la Nueva Luz es muy diferente de lo que llamo luz clásica, luz típica.
La luz es un resultado de la energía convocada al servicio, ya sea por el alma,
por el maestro, por el humano. Pero particularmente en este caso, digamos que
el humano que quiere o desea algo creyendo en ciertas maneras, queriendo
experimentar de acuerdo a sus creencias, ya sean conscientes de eso o no. Lo
que pasa es que en el momento está ese deseo del humano – no tanto el
pensamiento, sino el deseo – y el deseo podría variar entre cualquier cosa, del
miedo a la felicidad, de la abundancia a la enfermedad. Y ustedes dicen,
“Bueno, eso no sería el deseo humano”. Pero en realidad, si lo miras, a veces
está. Y no conscientemente. El humano no quiere conscientemente enfermarse, en
su mayoría. Pero hay algo que quiere ser experimentado, o quiere que suceda
basado en la perspectiva del humano, de sí mismos. Eso convoca a la luz. ¡Bum! La energía entra
ahora fluyendo como luz. Esa luz ahora crea gravedad. Sí, la luz crea gravedad.
Esa gravedad crea tiempo y espacio, y todo eso junto empieza a crear el mundo
material – formas de onda, partículas, átomos, moléculas, células, órganos,
cerebros, y todo lo demás.
Pero lo que está pasando es que
la luz ahora – ni siquiera se mueve realmente – sino que la luz brilla sobre
algo, y por tanto se convierte. Entonces, lo que pasa ahora mismo es que la luz
con que ustedes han estado trabajando siempre, es luz que crea la realidad, la
realidad que entonces les da un patio de juego para sus experiencias.
Esa luz está cambiando, y es lo
que yo llamo la Nueva Luz. Y literalmente lo que sucede en esto, verán, todas
las experiencias que hayan tenido en esta vida o cualquier otra, están como
almacenadas en este lugar llamado el Akash, y es personal… No está en ningún
lugar, pero es como todos los recuerdos. Todo lo que han experimentado o hecho
está allí todavía. Y es todo suyo. No lo comparten. No es como alquilar un
sitio en un gran depósito donde tener
tus cosas, y todos los demás tienen las suyas y está todo allí. No es así. Es
suyo solamente. Y con cada experiencia que tienen, se llena un poco más y un
poquito más, y un poco más, hasta que llegan al punto de madurez. Y se dan
cuenta de que no necesitan seguir agregando a las experiencias de la manera en
que lo han hecho antes. En otras palabras, ahora es el momento de hacer un
cambio cuántico de cómo experimentan la vida.
Entonces, cuando esa madurez se
produce, cuando tú, como humano, dices “Es tiempo para algo diferente” y cuando
el maestro definitivamente dice “Ok, vamos a cambiar el juego aquí”, entonces
el Akash empieza a soltar las historias, los recuerdos, las experiencias.
Saben, está inflado, se ha vuelto enorme
e inflado con todas esas experiencias. Está lleno de basura que ya no necesitan
más, que no importa más. Y ahora el Akash se abre y empieza a soltar
lentamente, lentamente soltar las experiencias, las historias, los sucesos, las
vidas, de vuelta al alma.
Bueno, el alma echa una mirada a
todo esto que entra y dice “Oh, Dios, Toda esta basura entrando y todas las
experiencias y los detalles,” y el alma dice “Ey, ey, espera un segundo.
Tenemos que limpiar todo esto.” Y el alma entonces lo lleva a la sabiduría.
Dice “No necesitamos todos los detalles. No necesitamos saber en qué fecha
sucedió algo, o cada pequeña emoción o sentimiento que atravesaste. No
necesitamos siquiera saber matemáticas, ni ciencia ni nada de eso.” Al alma no
le importa, de modo que el alma lo lleva a la sabiduría.
Ahora bien, dentro de la pureza
de la sabiduría está todo lo que querrías saber, todo lo que quisieras recordar
en el momento correcto, cuando necesites saberlo o recordarlo. Pero no es como
tenerlo todo almacenado allí. Solo reaparece si lo necesitas en algún punto.
Pero ahora lo que hace el alma es limpiar todo eso, y lo limpia reduciéndolo a
sabiduría. Y el alma toma una profunda respiración: “¡Ah! Sabiduría. Me encanta
la sabiduría.” Y se enciende, El alma se ilumina y cuando lo hace comparte esa
sabiduría con el Yo Soy. La belleza de todo lo que hayas hecho alguna vez. Y
luego el alma toma esa sabiduría, la hace disponible para el maestro y para ti.
Y esa es la Nueva Luz. Opera bastante como la vieja luz, excepto que tiene
sabiduría. Tiene madurez. Tiene profundidad. Y no va a hacer cosas como podrías
haber hecho con la vieja luz. No seguirá repitiendo cosas una y otra vez,
pensando que el resultado va a cambiar. Sabrá intuitivamente e
instantáneamente. Y con esa sabiduría, para el humano. El humano tiene muchas necesidades y
carencias. Muchas. La mayoría realmente no importan. Pero lo que pasa ahora es
que el humano se da cuenta de que no tiene que estresarse por las necesidades y
carencias cotidianas, porque uno de los atributos de la Nueva Luz es que las
cosas simplemente vienen a ti, a veces aun antes que sepas que las necesitas.
He hablado mucho de esto en el
pasado – “Viene a ti” – pero ahora, en lugar de ser una teoría, en lugar de ser
algo lindo en qué pensar, realmente sucede. Simplemente empieza a llegarte. El
humano se desconcierta. El humano piensa: “Está allí. ¿Cómo sucedió?” Humano,
no te preocupes por eso. Es la manera en que trabaja la Nueva Luz. A veces el
humano piensa “Bueno, me quedé sin trabajo, porque ahora está apareciendo. No
necesito trabajar para eso. No tengo que estresarme por eso. No
obsesionarme. Y pensar: estoy sin un
trabajo. Eso es lo que realmente hice bien como humano: trabajar duro y
estresarme; tenía dolor, y estaba sufriendo. Y ahora ¿no tengo que hacer nada
de eso? ¿Cuál es el propósito? ¿Por qué estar aquí?” Otra vez vuelvo a,
simplemente, “Para disfrutar de la belleza”. Eso es todo. Para disfrutar de la
belleza.
Uno de los atributos de la Nueva
Luz, y hay muchos, pero uno de los atributos es que no viene del humano. No
puedes hacerla. No puedes aumentar su tamaño ni volumen. Solo puedes
experimentarla. No puedes fabricarla en tu mente. Ni siquiera puedes realmente
pensar en ella. Puedes experimentarla. La Nueva Luz no va a venir a ti en
alguna gran explosión, fuegos artificiales, algún enorme cambio catártico en tu
vida. Eso sucedía al humano inmaduro, cuando tenías esas grandes experiencias
que quieres tener otra vez justo ahora.
Era el humano inmaduro experimentando eso. Con la Nueva Luz, con tu
madurez, no sucede de esa manera. Es sumamente sutil. La Nueva Luz es tan
sutil, que puede que ni te des cuenta de
que está allí. Y está justo allí. Estás buscando algo grande allá afuera. Es
sutil aquí adentro (se toca el pecho)
pero sin embargo, en su sutilidad, es muy profunda. Es sin conflictos. El
humano tiende a estar conflictuado por muchas cosas, especialmente cuando
trabaja con la luz, la luz clásica. Pero en la Nueva Luz no está este
conflicto, y, por lo tanto, tal vez no la sientes, porque estás acostumbrado a
sentir conflictos y dualidad, y separación, y desafío, y peleas. No está allí.
Es tan bellamente sutil. Sutil no significa que es debilucha. No significa que
no sea efectiva. Significa que ahora tienes la madurez, ahora tienes el
equilibrio, y no vas a estar yendo arriba y abajo y arriba y abajo. Oh, no es
que vayas en una línea plana, pero te abres y expandes.
De modo que, a medida que la
Nueva Luz entra en tu vida, cosa que hará, digo, es cosa natural. La Nueva Luz
entra. Puedes orar por ella todo el día, y va a llegar en el momento correcto y
el lugar apropiado, y no puedes hacer más tratando de que entre. Tú la permites.
Eso es todo.
La Nueva Luz es como la nueva
vida, es como el Nirvana. Y pasas por un proceso de ese cambio desde el humano
que trata de hacer todo, controlar todo, pensar en todo, y de pronto te das
cuenta de que no necesitas hacerlo. No tienes que hacerlo. Y realmente, el
humano empieza a dar lugar al maestro, y eso es exactamente lo que está
sucediendo ahora. Es el apocalipsis personal.
Tomemos una respiración profunda
con eso. entonces, ¿qué importa realmente? O ¿qué viene después de la
conclusión? Descubrámoslo. Sin tratar de pensar para hacerlo ni de manejarlo.
Solo permitamos que suceda. Ahora es tiempo para nuestra Merabh. Pongamos la
música. Queridos Shaumbra, tomen una
buena respiración profunda. Relájense. Tomen una buena respiración profunda y
relájense y disfruten. Recuerden que una Merabh no es un tiempo para tratar de
pensar en ello. Oh, ¿no lastima, tratar de pensar en todo? Cuando te das cuenta
de que no lo necesitas. Tiene lugar un proceso natural en que el humano
evoluciona hacia el maestro. El maestro delega hacia el humano. Muchas cosas
empiezan a cuidar de sí mismas.
Esto es una Merabh de recordar.
Pero recordar algo anterior a esto hubiera sido difícil de recordar. Recordar
que has elegido estar aquí. Y tal vez no un nivel que puedas recodar con la
mente humana, pero te pido que recuerdes quién realmente eres.
Tomemos una respiración profunda
mientras entramos en esta Merabh de recordación. (pausa. Se oye música y canto de pájaros)
Es recodar que viniste a esta
vida sabiendo que sería muy diferente. Habría muchos desafíos y
transformaciones. Y luego llegarías a
ese punto que llamo Samsara, donde simplemente termina. (pausa) Pero terminar no significa final; no significa completo. Es
solo el fin de una vieja manera de hacer las cosas. Habría sido difícil
imaginar qué viene después. Habría sido difícil hacer esto un tiempo atrás,
porque, verán, si hubiéramos salido allí – incluso en la imaginación,
hubiésemos salido – y hubiéramos dicho ¿Qué viene después? Probablemente
hubiéramos recibido un gran espacio en blanco, una gran nada. Es como un punto
personal de singularidad, lo que significa que las cosas cambian tanto que no las
reconocería el viejo yo. No tendría la capacidad de imaginar así. Pero ahora con la madurez, y la sabiduría y la
Nueva Luz, ahora podemos recordar. Ahora podemos imaginar lo que viene después.
(pausa) No es solo ser un humano un
poco mejor en absoluto. Es algo mucho más allá de eso.
Entonces les pido que tomen una
respiración profunda y recuerden lo que viene después (pausa) Su punto de recordación ni siquiera es necesariamente desde esta vida como humano, porque casi
todos ustedes realmente no sabían. No podrían imaginarlo. La recordación viene
desde el nivel del alma, el deseo del alma de terminar los ciclos de la vida
humana y sin embargo permanecer aquí en el planeta por un tiempo. (pausa)
Siempre estuvo allí en sus
potenciales. Siempre estuvo, pero muy distante, muy fuera de la consciencia, en
su mayor parte. Pero hoy podemos visitar esa recordación del alma, más allá de
Samsara hacia lo divino. (pausa) Los
detalles nunca fueron conocidos por el alma, en absoluto. No dijo “En ciertas fechas, ciertas cosas van
a suceder”. No, en absoluto. El alma simplemente sabía que algo nuevo viene
ahora. Algo que está más allá de la condición humana (pausa). Algo que desafía a la lógica (pausa)
Toma una respiración profunda y
ahora, como maestro, recuerda. (pausa)
Recuerda dentro de lo que viene después. (pausa)
En el Zen dirían “Nada viene después. Nada.” Pero vamos a seguir saltando por
encima de eso. Vamos a ir más allá de eso. Lo que viene después no es la nada.
Es totalmente nuevo. Está mucho más
allá. (pausa) Permítete sentir dentro
de esto y recordar la llamada más alta entre el humano y el alma. Y ese humano
lentamente desvaneciéndose, a medida que la luz del maestro llega. No necesita
hacer lo que hizo antes. (pausa)
Que este deseo del alma esté
contigo ahora para recordarlo. Es un sentimiento. No es detalles. (pausa) Está allí. Está allí. Déjalo
venir hacia ti. Algunos de ustedes están intentando salir y buscarlo. No;
déjenlo venir a ustedes como el maestro. La recordación y el saber más
allá del Samsara. (+pausa) El maestro y el alma siempre han sabido, siempre han
sentido, siempre han entendido que este potencial podría llegar. No era seguro
cuándo, o exactamente cómo, pero nunca se preocuparon por esos detalles. Nunca.
Porque sabían. Siempre lo han sabido. (pausa)
Tomen una respiración profunda
ahora, como maestros, y recuerden (pausa)
Recuerden el deseo del alma de convertir las experiencias en sabiduría y
ofrecerlas de vuelta, como el maestro encarnado en la Tierra, ofrecerlas de
vuelta al maestro. (pausa)
Recordando como humano, llega a la conclusión.
Da un paso a un lado para permitir al maestro por sí mismo – el maestro, el
verdadero maestro ahora – estar aquí y presente. (pausa más larga). Muchos de ustedes han pensado y soñado con la
vida como humanos, sobre hacer cosas, lograr cosas, y todo eso es maravilloso,
porque les dio muchas experiencias. Muchos de ustedes han pensado sobre cosas
como la realización, la iluminación. A veces se sintió muy cercano, otras veces
muy elusivo, muy distante. Y si ahora recuerdan, siempre estaba allí. Ahora,
¿qué viene después? Permítanse recordar. Oh, por favor, otra vez: como
maestros. Y el maestro ya entiende que no necesitas detalles, no necesitas específicos. Es una sensación. Es un saber qué viene
después. Ahora permite que esto llegue a ti, recordando. (pausa)
Y ahora, querido humano,
tranquilízate. Déjalo ir. Muévete a un lado, para que el maestro pueda estar
justo aquí. Otra manera de decirlo es: por favor recuerda que tú eres el
maestro. (pausa)
Recuerda un sueño de estar aquí – en tu propia
libertad, liberado de todas esas profundas limitaciones – de estar aquí y vivir
la Nueva Luz (pausa)
Esto es un deseo del alma, un deseo del
maestro, y al recordarlo ahora, lo traes aquí. (pausa)
El desvanecer del humano no es
algo triste. Porciones de esa humanidad todavía estarán aquí para servir a las
necesidades humanas muy específicas. Pero el humano ya no tendrá que manejar
todo y tomar todas las decisiones. El humano – esa faceta tuya -puede ahora
tranquilizarse, asentarse, a medida que te recuerdas como maestro. Otra manera
de decirlo es que el enfoque intenso en solo la faceta humana ahora puede
ceder, abrirse, a medida que te recuerdas a ti mismo ahora como el maestro. Al
recordar el deseo del alma de estar aquí en luz y en la Nueva Luz.
Inhala, y recuerda. Está todo
allí mismo. Es todo tuyo. Inhala y recuerda. (pausa). Déjalo llegar a ti. (pausa
más larga)
Recordar es abrirte a tu ser. Es
abrirse a lo que realmente siempre ha estado allí; a deseos que han estado allí
por muy largo tiempo. Y la belleza es que otra vez no es sobre algo nuevo, por
así decir. Nada es nuevo. Siempre estuvo allí. Siempre el potencial para ti, el
maestro, de estar aquí en este planeta en la Nueva Luz. Y ahora es solo
recordar entrando de vuelta en eso, y entonces está allí. Realmente no se trata
de creerlo. Es simplemente recordarlo, y entonces viene a ti. No necesitas
forzarte a creer o trabajar en ello. Es
solo tomar una respiración profunda, abrirse, y recordar. Al hacerlo, es como
empezar a tener ese sentimiento de que siempre ha estado allí. Siempre estuvo
allí, solo que no estabas consciente de ello. El maestro encarnado siempre ha
estado allí, pero ha habido tanto enfoque en esa faceta humana y en las
necesidades y carencias humanas, el constante “¿Cuál es el propósito? del humano”
Ahora puedes tomar una
respiración profunda y solo recordar. Y al hacerlo ahora, las energías
funcionan de modo diferente. Las experiencias llegan a ti de modo diferente.
Hay mucho menos de tener que trabajar con la vida. Al abrirte y recordar que tú
eres el maestro, que siempre has estado aquí, también recuerdas que las cosas
simplemente llegan a ti. Oh, eso no era la experiencia humana. El humano tenía
que rascar y arrastrarse casi por todo. Pero al recordar al maestro es muy, muy
diferente. (pausa)
Tomemos una respiración profunda
entrando en la recordación, lo que fue un sueño y lo que ahora se vuelve muy
real. Toma una respiración profunda y déjalo entrar. Permite que el humano
evolucione hacia el maestro ahora. (pausa)
Samsara es el fin de los ciclos, y es
exactamente lo que está sucediendo ahora. Pero un fin no significa muerte;
simplemente significa una manera nueva. Tomemos una respiración profunda en el
recordar. Una buena respiración profunda.
Les diré algo, que al recordar,
no lo van a olvidar. No lo van a olvidar. (termina
la música) Simplemente se vuelve parte de su impronta, su identidad, su
consciencia. No lo van a olvidar. Y por favor no trabajen en recordar. Recordar
es solo otra forma de decir permitir.
Tomen una buena respiración
profunda dentro de sí mismos como maestros, como el humano que ahora llega al
fin de sus ciclos. La faceta humana ha hecho lo que se suponía que debía hacer.
Pero ahora está llegando a un final, ahora el maestro surge y vive de modo
bastante diferente. Vive y juega con esta Nueva Luz de modo bastante diferente.
Todos tomemos una buena
respiración profunda en este hermoso día. Y volviendo al Zen, lo que sucede
después de la conclusión es lo que tú te permites recordar.
Una buena respiración profunda.
Con eso, queridos amigos, espero tener mi audiencia de nuevo el mes próximo.
Cuando vengo aquí a Kona, me encanta hacer Shauds con ustedes. Pero ahh, amo a
la audiencia. Amo la interacción, el juego, el humor, el bochorno, cada parte
de ello. Entonces, hasta que nos encontremos otra vez, vuelven al Centro de
Conexión en Colorado.
Yo Soy Adamus de Saint Germain.
Gracias.
Linda: Y
así es. Una vez más, tomen una buena
respiración profunda, esa respiración de vida, permitiendo que esta experiencia
esté allí con ustedes. Solo permitirlo. Sean esa buena respiración profunda de
vida, otra vez permitiendo estos altos potenciales; están allí para cada uno de
nosotros. Tomen una buena respiración profunda y sientan las energías aquí
sirviéndonos, respiren con eso. Gracias por ser parte de este Shaud. Gracias
otra vez; estaremos de regreso para el Shaud próximo. Gracias.
Un
hombre cuyo nombre no aparece, dice;
Haz sonar las campanas que todavía pueden sonar
Olvida tu ofrenda perfecta
Hay una grieta en todas las cosas
Así es como entra la luz.
Y canta una canción mientras se muestran
bellas imágenes.